Gotokuji, el templo de los gatos de la suerte maneki-neko

07.12.2023

En las calles de Tokio, oculto entre el ajetreo de la ciudad, se encuentra un rincón que es un tesoro para los amantes de los gatos: el Templo Gotokuji. Este santuario no es solo un lugar sagrado, sino también el corazón del conocidísimo maneki-neko, el gato de la suerte que con su patita levantada atrae la fortuna y la prosperidad.

Al visitar Gotokuji, te darás cuenta de cómo el maneki-neko no es solo un amuleto común en los escaparates, sino un símbolo profundamente arraigado en las leyendas y la historia japonesa. A diferencia de lo que muchos creen, esta icónica figura no proviene de tierras chinas, sino que tiene origen en el mismo corazón de Japón, en este encantador templo de Tokio: el templo Gotokuji (豪徳寺).

En cada rincón de Gotokuji, te encontrarás con incontables representaciones de este simpático felino. Desde versiones en madera y piedra hasta delicadas figuras de porcelana. Sea como sea, cada maneki-neko tiene su propio deseo esperando cumplirse. Y aunque el clásico gato blanco sigue siendo el más popular, te sorprenderá la diversidad de colores y formas que adoptan estos amuletos, cada uno con su significado único.

La leyenda del maneki-neko: el origen del gato de la suerte y del templo Gotokuji

El origen del maneki-neko, conocido cariñosamente como el "gato de la suerte", tiene sus raíces en la historia del Templo Gotokuji, remontándose al siglo XVII. Contrario a la creencia popular de que el maneki-neko simplemente saluda o se lava la cara, este gato en realidad está invitando a las personas a acercarse con su gesto de la pata.

En aquellos tiempos, el Templo Gotokuji pasaba por dificultades económicas. Un humilde monje residía allí, compartiendo su escasa comida con su querida gata tricolor. Durante una tormenta, Ii Naokata, un señor feudal, se refugió bajo un árbol cerca del templo. Fue entonces cuando vio a la gata del monje, que parecía llamarlo agitando su pata.

Movido por la curiosidad, el señor feudal se acercó al templo para ver mejor a la gata. En ese preciso momento, un rayo destruyó el árbol donde se había refugiado, salvándole así la vida. Profundamente agradecido por este acto, el señor feudal se convirtió en un devoto del templo. Donó campos de arroz y tierras de cultivo y financió las reparaciones del templo, llevándolo a una nueva era de prosperidad y riqueza.

Cuando la gata falleció, fue enterrada en el cementerio para gatos del Templo Gotokuji, y en su honor, se creó la figura del maneki-neko, convirtiéndose en un símbolo de buena suerte y prosperidad.

Hoy en día, miles de figuras de maneki-neko adornan el Templo Gotokuji, creando una estampa digna de postal. Aunque el color original era tricolor, al igual que la gatita del monje (blanco, negro y naranja), con el tiempo, este gato de la suerte ha adoptado diversas formas y colores, cada uno con su propio significado especial: mientras que el blanco simboliza la pureza, el negro protege de los espíritus malignos y el dorado atrae la riqueza.

Además, dependiendo de qué pata levante, el significado del maneki-neko cambia:

Cuando el maneki-neko eleva su pata derecha, se dice que atrae prosperidad y dinero. Precisamente, esta variante es la más común en el Templo Gotokuji. Por otro lado, si el gato levanta su pata izquierda, se cree que atrae clientes y visitantes. Existe incluso la creencia de que cuanto más alto levante la pata izquierda, más lejos llegará su capacidad para atraer a las personas.

Además, existe una variante menos común, donde levanta ambas patas. Este gesto se interpreta como una señal de protección para el establecimiento o el hogar, dando seguridad frente a las adversidades.

Un recorrido por el templo Gotokuji


Templo Gotokuji
Templo Gotokuji

Tu recorrido por el Templo Gotokuji se inicia al cruzar la imponente puerta Sanmon, dejando atrás el mundo exterior y dando la bienvenida a un espacio de paz y tradición. A tu izquierda, encontrarás un campanario, mientras que a la derecha se alza una pagoda de tres pisos, un ejemplo majestuoso de la arquitectura budista.

Continuando tu camino, descubrirás el extenso cementerio del templo, donde seis estatuas de Jizo marcan el paisaje, ofreciendo protección a las almas que allí descansan. Este cementerio alberga los restos de muchos miembros de la familia Ii, quienes jugaron un papel crucial en la historia del templo. Además, como no podía ser de otra forma, una parte del cementerio está dedicada exclusivamente a los gatos, destacando así su importancia en Gotokuji.

Cerca del cementerio se encuentra el Butsuden o salón de Buda, un espacio sagrado. Frente a él, encontrarás la imponente estatua de un león, donde podrás encender una vara de incienso, un ritual que simboliza la purificación del cuerpo y el alma.

Cruzando la puerta Akamon, accederás a la zona dedicada al maneki-neko. Aquí, encontrarás cientos de figuritas de este felino, donadas por devotos agradecidos por los deseos cumplidos o en busca de buena suerte. ¡Así que no olvides hacer tu ofrenda y pedir tu deseo!

Más allá del salón del maneki-neko, se encuentra el cinerarium, un lugar sagrado que guarda las cenizas de los fieles del templo. En la plaza principal del templo, se encuentra el salón principal junto a la oficina del templo, donde podrás hacerte con tus propias figuras y tablillas ema para pedir tus deseos y colgarlas en el salón del maneki-neko (o llevártelos de recuerdo).

🐱 Tip: aunque podrás ver incontables maneki-neko durante todo el año, el mejor momento para ver la mayor cantidad de estos gatos de la suerte es entre enero y febrero, ya que el hono (ofrenda a Buda) se realiza a principios de año.

Dónde está el templo Gotokuji y cómo llegar


El Templo Gotokuji se encuentra ubicado en el distrito de Setagaya, uno de los barrios residenciales de la ciudad. Su ubicación le otorga un encanto especial, al estar un poco apartado de las zonas más turísticas y concurridas.

Llegar al Templo Gotokuji es sencillo y forma parte de la aventura de explorar Tokio. La forma más fácil y conveniente de llegar es utilizando el sistema de transporte público de la ciudad. Si optas por el tren, tu destino será la estación Gotokuji, que forma parte de la línea Odakyu. Desde la estación, el templo está a un corto y agradable paseo de 10 minutos aproximadamente, permitiéndote disfrutar del paisaje urbano de Tokio.

Otra opción es tomar el metro hasta la estación Miyanosaka, que se encuentra en la Línea Setagaya. Desde aquí, el Templo Gotokuji está a solo 5 minutos a pie.


Concluyendo nuestro recorrido por el encantador Templo Gotokuji y la historia del icónico maneki-neko, te animamos a descubrirlo por ti mismo durante tu viaje a Japón. Si tu aventura por Japón apenas comienza, recuerda que en Japonal ofrecemos itinerarios personalizados, diseñados para que descubras no solo maravillas como el Templo Gotokuji, sino también muchos otros tesoros ocultos. Además, si este fascinante gato de la suerte ha capturado tu corazón, te invitamos a descubrir los mejores souvenirs de Japón, donde el maneki-neko es solo una de las muchísimas opciones que querrás llevarte.