Viajar a Japón en otoño

Viajar a Japón en otoño es una de esas decisiones que uno nunca se arrepiente de tomar. El país se tiñe de rojo, naranja y dorado, los templos brillan entre hojas caídas y el clima invita a pasear sin prisas. Si estás pensando en cuándo visitar Japón, el otoño es una de las mejores respuestas.
¿Por qué elegir el otoño para viajar a Japón?
Viajar a Japón en otoño es descubrir los colores del momiji, explorar sin calor y saborear platos de temporada que solo existen unos días al año.
Temperaturas suaves
Después del calor intenso del verano y antes del frío del invierno, el otoño ofrece un clima templado perfecto para recorrer ciudades, bosques y santuarios sin sufrir por el calor ni cargar con el abrigo.
El espectáculo del momiji
Si la primavera tiene sus cerezos, el otoño tiene el momiji. Los arces japoneses pintan de rojo los caminos, y la gente local organiza salidas solo para contemplar cómo cambian las hojas (sí, tienen hasta un verbo para esto: momijigari).
Menos aglomeraciones que en primavera
Aunque es temporada alta, sobre todo en noviembre, hay más margen para moverse con calma. Los precios también suelen ser más amables que en plena floración de los cerezos. Lo que hace que puedas elegir entre más opciones y de mayor calidad que en primavera.

¿Cuándo viajar en otoño?
Elegir bien las fechas marca la diferencia. No es lo mismo llegar cuando los árboles aún están verdes que encontrarte con los colores en su punto justo. Por eso, saber cuándo y dónde viajar es clave para disfrutar del otoño en todo su esplendor.
Meses recomendados
Aunque oficialmente el otoño japonés comienza en septiembre, el gran protagonista de esta estación (el cambio de color de las hojas) no arranca hasta mediados de octubre y se extiende, en algunas zonas del sur, hasta principios de diciembre.
La clave está en saber que no todas las regiones cambian al mismo tiempo. Japón es un país alargado de norte a sur, con climas muy distintos. Esto permite, si te organizas bien, seguir el momiji casi como si fueras persiguiendo la floración de los cerezos en primavera, pero a la inversa.
Clima por regiones
El otoño japonés no ocurre a la vez en todo el país
- Alpes Japoneses (Takayama, Kamikochi, Matsumoto):
En esta zona montañosa central, el foliage llega temprano, normalmente entre principios y mediados de octubre. Las temperaturas son frescas, entre 5 y 15 °C, y los paisajes son espectaculares: valles, lagos, senderos y montañas cubiertas de tonos cálidos. Perfecto para quienes buscan caminatas otoñales lejos de la ciudad.
- Centro de Japón (Kioto, Osaka, Tokio):
Aquí el pico del otoño llega a mediados de noviembre , con temperaturas suaves, entre 10 y 18 °C. Es la zona más popular para disfrutar del momiji, con templos y jardines que parecen sacados de una postal.
- Sur y zonas costeras (Hiroshima, Miyajima, Fukuoka, Kyushu):
Esta zona vive el otoño más tardío, entre finales de noviembre y principios de diciembre . Las temperaturas son algo más altas, entre 12 y 20 °C, y el ambiente es más relajado. Ideal si te gusta combinar naturaleza con buena gastronomía y días largos.
Festivales y celebraciones tradicionales de otoño
El otoño es una estación muy apreciada en la cultura japonesa, no solo por lo estético, sino también por su simbolismo: agradecimiento, introspección, cambio. Estos son algunos de los eventos más destacados:
- Jidai Matsuri (Kioto, 22 de octubre)
Un impresionante desfile histórico con más de 2.000 personas caracterizadas de distintas épocas. Es una oportunidad para ver la historia japonesa en directo, con detalles cuidados hasta el más mínimo accesorio.

Takayama Matsuri de otoño (9–10 de octubre)
Uno de los festivales más bonitos del país, celebrado en el casco antiguo de Takayama. Las calles se llenan de carrozas tradicionales ricamente decoradas (yatai), muchas con figuras mecánicas que se mueven al ritmo de la música. Por la noche, las carrozas se iluminan con farolillos, creando un ambiente muy especial entre casas de madera, hojas rojas y cielo despejado.


- Shichi-Go-San (15 de noviembre)
Una de las escenas más tiernas del año. Familias visitan los templos con niños de 3, 5 y 7 años vestidos con trajes tradicionales para pedir salud y prosperidad. Si estás en Tokio o Kioto ese día, verás muchos peques con hakama o kimono entre los templos.


- Tsukimi, contemplación de la luna de otoño
Entre finales de septiembre y principios de octubre se celebra el Tsukimi, una noche dedicada a mirar la luna llena más brillante del año. Se preparan pequeñas ofrendas con bolitas de arroz (tsukimi dango), batatas y pampas grass. Algunos jardines y templos como Rikugien (Tokio) o Daikakuji (Kioto) organizan eventos nocturnos con música tradicional y acceso especial para ver la luna reflejada en los estanques.

- Festivales de cosecha (de septiembre a noviembre)
En pueblos y aldeas, los festivales de otoño celebran la recogida del arroz y otros productos de temporada. Es habitual ver bailes tradicionales, mikoshi (altares portátiles) y puestos de comida local. Aunque son menos conocidos por turistas, son una forma preciosa de conectar con el Japón más rural y auténtico.
- Festivales de cosecha (de septiembre a noviembre)
Lugares como Eikando, Kodaiji o Rikugien se iluminan por la noche durante unas semanas, ofreciendo una visión diferente del momiji. La entrada suele ser limitada y de pago, pero ver los arces encendidos como si fueran fuego bajo la luna es una experiencia que no se olvida.
Los mejores lugares para disfrutar del otoño japonés
El otoño en Japón no es igual en todas partes. Si viajas en esta época, estos son algunos de nuestros favoritos para vivir el momiji con calma (y con cámara en mano).
Tokio: jardines entre rascacielos
Aunque sea una gran ciudad, Tokio tiene rincones donde el otoño se siente muy cerca. Lugares como Rikugien, Koishikawa Korakuen o Shinjuku Gyoen se convierten en auténticos refugios de colores cálidos. Además, muchos de estos jardines tienen iluminaciones nocturnas, donde las hojas rojas se reflejan en los estanques bajo la luz de la luna.
📍 Consejo Japonal pasea por Yanaka o Ueno por la mañana y termina el día viendo la puesta de sol desde Roppongi Hills o el parque Hamarikyu.


Takayama: calles antiguas y montañas
Takayama es uno de esos pueblos donde el tiempo va más despacio. En otoño, los colores cubren las montañas que rodean la ciudad y tiñen los tejados del casco histórico. El parque Shiroyama es un buen lugar para caminar entre árboles y tener vistas panorámicas. También puedes acercarte al Hida Folk Village, un museo al aire libre rodeado de naturaleza.
📍 Consejo Japonal Si vas en octubre, puedes coincidir con el festival de otoño de Takayama, con carrozas tradicionales y ambiente local.


Shirakawago: casitas de postal
Este pueblo de casas tradicionales con tejados de paja (gassho-zukuri) parece sacado de un cuento. En otoño, las montañas que lo rodean se visten de colores y el contraste con las casas es impresionante. Es una visita corta desde Takayama, ideal para pasar unas horas entre arrozales, caminos rurales y vistas desde el mirador Shiroyama.
📍 Consejo Japonal si quieres evitar multitudes, ve temprano por la mañana o quédate a dormir en alguna de las casas familiares.


Kanazawa: arte, jardines y tranquilidad
El jardín Kenrokuen, considerado uno de los más bonitos de Japón, es simplemente perfecto en otoño. Sus senderos de piedra, arces y pequeños puentes crean escenas dignas de enmarcar. Además, la ciudad tiene menos turismo que Kioto, lo que permite disfrutar con más calma.
Aprovecha para visitar el castillo de Kanazawa, el barrio de geishas Higashi Chaya o el mercado Omicho. Todo a un ritmo más relajado y con ese aire de ciudad que guarda secretos.


Kioto: el clásico que nunca falla
Si hay una ciudad que parece hecha para el otoño, es Kioto. Templos como Eikando, Tofukuji, Kiyomizudera o Nanzenji ofrecen algunos de los paisajes otoñales más bonitos del país. Muchos de ellos abren por la noche con iluminación especial.
📍 Consejo Japonal un paseo por el camino del filósofo en noviembre puede convertirse en uno de los recuerdos más bonitos del viaje.


Nara: ciervos entre arces
Más allá de sus templos y sus famosos ciervos, Nara tiene un otoño precioso. El parque de Nara se llena de arces y ginkgos, y ver a los ciervos paseando entre hojas doradas es una escena que se queda grabada. El templo Kasuga Taisha, con sus linternas de piedra y fondo rojo, es especialmente bonito en esta época.
📍 Consejo Japonal Nara es perfefcta para una excursión de día desde Kioto u Osaka.


Osaka: momiji urbano
Osaka es más conocida por su vida nocturna y su comida callejera, pero también tiene sus momentos de calma otoñal. El castillo de Osaka, rodeado de un parque inmenso, es un sitio genial para ver el cambio de color de los árboles. Otro buen lugar es el parque Minoo, a las afueras de la ciudad, donde puedes hacer una caminata ligera hasta una cascada rodeada de arces rojos.
📍 Consejo Japonal un plan redondo incluye momiji por la mañana, takoyaki por la tarde, y luces de Namba por la noche.

Experiencias que mejoran en otoño
El otoño no solo transforma los paisajes de Japón, también hace que muchas experiencias se sientan más intensas, más tranquilas o simplemente más bonitas.
Onsen al aire libre
Los baños termales ganan puntos en otoño. Imagina meterte en un rotenburo (onsen exterior), con el vapor subiendo, el aire fresco en la cara y un bosque otoñal a tu alrededor. La combinación de calor, silencio y paisaje te deja como nuevo.


Ceremonia del té
El otoño es una estación que invita a observar y estar presente. Y pocas experiencias reflejan mejor ese espíritu que una ceremonia del té. Todo en ella (el silencio, los gestos, los materiales) está pensado para fomentar la calma y la atención plena.


Caminatas por senderos de montaña
El otoño es perfecto para caminar: ni mucho calor ni mucho frío. Rutas como el camino entre templos en Koyasan, los senderos de Nara o los alrededores de Kamikochi se disfrutan al máximo con los árboles en pleno cambio de color. La naturaleza se muestra más amable y más viva.
Talleres y actividades hechas a mano
El ritmo otoñal invita a parar. A tomarse tiempo. Por eso, los talleres tradicionales como caligrafía, sellos, cerámica o cocina se disfrutan aún más en esta estación. Además, muchos utilizan ingredientes o motivos de temporada, como hojas, setas o dulces típicos.


Sabores de otoño en Japón
El otoño también se vive con el paladar. En esta época, Japón se llena de productos de temporada. Los encontrarás en calles, mercados, izakayas y estaciones se llenan de aromas.
Yaki-imo (batata asada)
Es el olor más otoñal de Japón. Se vende desde camiones ambulantes o en puestos callejeros, y siempre está envuelta en papel. La textura es densa y dulce, perfecta para comer caliente entre paseo y paseo. Si oyes una canción suave por la calle anunciándolo, es un camión de yaki-imo.
Nabemono (platos de olla caliente)
Aunque se comen todo el invierno, los primeros nabe (ollas compartidas con verduras, tofu y pescado o carne) se empiezan a disfrutar en otoño. Es un plato para compartir, ideal para cerrar el día en un izakaya acogedor o en una casa tradicional.


Tempura de hojas de arce
En zonas como Minoo (cerca de Osaka), las hojas de arce se fríen en una masa ligera y se sirven como snack dulce. No se comen en todo Japón, pero si estás en la zona, es algo muy especial (y muy instagrameable, para qué negarlo).
Setas de temporada: matsutake y shiitake
El otoño es el momento estrella para las setas en Japón. El matsutake, muy apreciado y con aroma intenso, aparece en menús más tradicionales. Pero también verás shiitake frescos en sopas, arroces o brochetas. Su sabor es más profundo que el resto del año.
Dulces wagashi de temporada
Los dulces tradicionales japoneses también cambian con las estaciones. En otoño aparecen formas de hojas, castañas, boniatos o luna llena. Muchos se toman durante la ceremonia del té o como acompañamiento de un paseo por jardines.
Viaja como un experto
Cada viaje a Japón debería ser tan único como la persona que lo vive. En Japonal te ayudamos a diseñar un itinerario a tu medida, con lo mejor de cada temporada y con la tranquilidad de saber que estás en buenas manos. Nos encargamos de la logística, los alojamientos, los pases y todas esas pequeñas recomendaciones que solo puede dar quien vive Japón. Cuéntanos cómo sería tu viaje ideal y prepárate para vivir un viaje a Japón que no olvidarás.